Donde dije digo Diego: las productoras que quieren lanzar el nuevo Cazafantasmas manejan la teoría del reboot más que la continuación.

Los que pensaban que Hollywood todavía tiene algo de conmiseración con los mitos ya deben haber perdido la última esperanza. El pasado 12 de junio publicábamos la noticia de que ya se cocinaba ‘Cazafantasmas 3’ con la presencia de una parte del viejo elenco (principalmente Dan Aykroid y Segourney Weaver) y como si fuera una continuación. Una tercera parte después de casi 30 años y una segunda película que no terminó de encajar bien. Pero ahora, según The Hollywood Reporter los producotres han decidido darle una buena patada a la mesa y han decidido que sea un reboot, es decir, un relanzamiento desde cero y olvidando las dos películas anteriores.

El reboot es la nueva fórmula preferida de Hollywood, copiada del mundo del cómic y que supone entregarle una historia a otros para que la hagan desde el principio, un Año Cero que supone relanzar y redibujar lo que sea oportuno. Es lo que se hizo con Batman, Superman, Spiderman, Star Trek y otras narraciones audiovisuales con el afán de captar nuevos fans. Cazafantasmas tiene más de 30 años y una generación entera sólo ha oído hablar de ella por sus hermanos mayores o sus padres. Los efectos especiales son de chiste comparado con lo que hay hoy, y todos sus protagonistas parecen ya más jóvenes abuelos (o abuelos directamente) que aquellos tipos de los 80, cuando la perfección estética no existía y los defectos eran encantadores.

Bill Murray, Dan Aykroid, Ernie Hudson y Harold Ramis 

El nuevo encargado (elegido) para el reboot parece ser Paul Feig, con el que se negocia mientras ya está en fase de lanzamiento la preproducción y se calcula que el rodaje empezaría a principios de 2015. Los protagonistas originales simplemente harán cameos, sin mayor peso en el filme, donde el equipo principal será femenino en lugar de aquellos profesores marginales que tan bien personificaron el humor pausado y freak gente como Bill Murray, Dan Aykroid y el desaparecido Harold Ramis. Cada época parece tener sus condicionantes, y quizás relanzar la historia sea una buena forma de enganchar al público. Aunque puede que por el camino pierdan a los fans de los 80.

El peso nostálgico de Cazafantasmas y los años 80

Hace un mes y pico el músico Adanowsky terminó uno de sus conciertos interpretando con el público ‘Ghostbusters’, el tema principal de la banda sonora de Ray Parker Jr de una película de hace 30 años; ipso facto una parte considerable del público, que rondaba la treintena corta o larga sonreía y le seguía en los coros. Acababan de tener un ataque de nostalgia ochentera. Ha pasado mucho tiempo, los viejos fans que se hicieron niños alucinados con aquella película ahora en poder de Sony Pictures (famosa por sus pocos escrúpulos para resucitar a los muertos y al panteón de celebridades con tal de sacar dinero) son ya padres o treinteañeros con problemas mucho más serios que evitar que un fantasma con forma de gelatina verde los moquee como hacia con Bill Murray, principal atractivo de aquel reparto que completaban el citado Ramis, Dan Aykroid y Ernie Hudson, el actor afroamericano que tenía algunas de las frases más célebres de la primera película (“Cómo adoro Nueva York”, “Creeré en lo que tú quieras por un sueldo y el seguro médico” o “Desde que trabajo con ellos he visto cosas que me han dejado blanco”, por ejemplo).

Mientras tanto, una copia original remasterizada se ha reestrenado en 700 salas de EEUU para calentar motores y sobre todo exprimir esa nueva oleada de nostalgia y revival años 80 que ya empieza a ser un lugar común en esa generación. En España ya es alimento de publicistas, discográficas y escritores; en EEUU cuentan con grandes nostálgicos como Seth McFarlane (tiene 40 años), que no duda en introducir guiños continuos en series como ‘Padre de familia’ o ‘American Dad’, convertidas ya en un éxito gracias en parte a que cualquiera con algo más de 30 años puede identificar las referencias culturales al cine, música o vida de los 80 y primeros 90. Allí el reestreno será el 29 de agosto, acompañado en septiembre de un Blu-ray especial con la película llena de extras.

La película, por aquel entonces una más de la industria de la comedia americana, mezclada con otros géneros (fantasía, terror, ciencia-ficción), contó con dos ilustres ex miembros de Saturday Night Live como Bill Murray y Dan Aykroyd, pero también con Harold Ramis (luego también director de cine, guionista y productor), Sigourney Weaver (que quería afianzarse en la industria después del éxito de Alien con algo más ligero y menos terrorífico), Ernie Hudson, Annie Potts y Rick Moranis entre otros. Tras el estreno fue un éxito: superó la barrera de los 300 millones de dólares de la época y pasó a formar parte del selecto club de las “películas de culto de los 80”. Se mantuvo semanas como el número 1 y fue el principio de todo un submundo alternativo en varios campos. En televisión dio lugar a dos series de animación, en el cine a otra película y también un videojuego. Y por supuesto, el cómic.

El guión inicial de aquella película era una vuelta de tuerca al cine adolescente de la época pero con un toque de originalidad: científicos sin trabajo que para sobrevivir montan una agencia paranormal para cazar fantasmas. De una idea tan absurda salió toda una historia que pululaba por las calles de Nueva York pero que rodada en estudios de California a pesar de usar exteriores típicos de la ciudad. El éxito aupó la película a lo más alto también de la memoria cinematográfica hasta el punto de que la Academia de aquel país la metió entre las mejores 30 comedias de la Historia del género.

Lo más curioso es que todos los que llegaron a aquel momento de 1984 no tenían que estar allí salvo dos, Aykroyd y Reitman. El primero quería que su íntimo John Belushi, su compañero en ‘Dos granujas a todo ritmo’ como los Blue Brothers (a su vez personajes creados para Saturday Night Live pero con vida propia al margen de la televisión) fuera el coprotagonista; pero falleció por abuso de drogas. Se llegó a pensar incluso en Eddie Murphy para sustituirle pero éste declinó. No le iría mal con su propia franquicia, la de ‘Detective en Hollywood’, pero al final fue otro compañero de set de televisión, Bill Murray, el que se unió. También fallaron otras luminarias de la década como Christopher Walken: gracias a su no se unió Harold Ramis al proyecto. Además el guión tuvo que ser recortado porque había cosas que, directamente, no se podían hacer con la tecnología de entonces, y eso que finalmente llegaría a tener dos nominaciones a los Oscar por sus efectos especiales.

Uno de los iconos de la película, el ECTO-1, el coche